martes, 8 de noviembre de 2016

La atención

La atención
La atención puede definirse como un mecanismo central de control del procesamiento de información, que actúa de acuerdo con los objetivos del organismo activando e inhibiendo procesos, y que puede orientarse hacia los sentidos, las estructuras de conocimiento en memoria y los sistemas de respuesta (Colmenares, et al, 2001). También se puede definir como  el proceso  de focalizar selectivamente nuestra consciencia, filtrando y desechando información no deseada; como un proceso emergente desde diversos mecanismos neuronales manejando el constante fluir de la información sensorial, temporizar las respuestas apropiadas y, en definitiva, controlar la conducta (Estévez-González, et al, 1997) Por lo tanto, podemos decir que el proceso atencional no es algo simple como ''prestar atención'' o ''percibir'', es un proceso en el que intervienen distintas conexiones neuronales, cerebrales y sensoriales. Incluso también depende de factores sociales o del entorno en el que se desarrollan la actividades diarias del sujeto. Los aspectos que definirían la integridad de la atención serían la orientación, la exploración, la concentración o la vigilancia; mientras que la ‘distractibilidad’, la impersistencia, la confusión y la negligencia reflejarían sus déficits. A modo de resumen podemos caracterizar el mecanismo atencional por los procesos implicados en su funcionamiento, que pueden ser de varios tipos (García Sevilla, 1997; Añaños, 1999): 
Proceso
Características
Procesos selectivos: seleccionar un foco de información en presencia de otras fuentes de información. Hace referencia al tipo de estímulos o de tareas que se seleccionan, bien a nivel cualitativo (tipo de estímulos o tareas) como cuantitativo (número de estímulos o tareas).
A mayor tamaño, mayor atención: Cuanto más grande sea un estímulo más capta nuestra atención.
El colorido: Si tiene colores, mayor atención.
Intensidad: a mayor intensidad más atención.
Novedad: Si es nuevo, mejor que si es conocido.
Complejidad: Si es un estímulo complejo lo atendemos más que si es simple.
Movimiento: un estímulo en movimiento capta más la atención que uno estático.
Procesos de distribución: compartir los recursos atencionales cuando se deben realizar diferentes tareas al mismo tiempo.
Amplitud: Por un lado se refiere a la cantidad de información a la que se puede atender simultáneamente. Por el otro, al número de tareas activas al mismo tiempo. La amplitud es limitada, dependiendo de características como el tipo de información, el nivel de dificultad de las tareas, o el nivel de práctica y automatización.
Intensidad: Hace referencia a la cantidad de atención que se presta. Está relacionada con los niveles de alerta y vigilancia aunque no es constante, ya que puede variar en función de factores endógenos o exógenos (Estaún, Añaños y Zaragoza, 1993).
Oscilamiento o desplazamiento: Se refiere a los cambios que se producen en el objeto de la atención, especialmente cuando el sujeto tiene que simultanear tareas o procesar dos o más fuentes de información al tiempo.
Procesos de mantenimiento o control: cuando se necesita mantener la atención por un período de tiempo relativamente amplio el Control es una de las funciones más
importantes de la atención (v.g. Tudela, 1992; Ruiz-Vargas, 1993), relacionado con las actividades que responden a unos objetivos y requieren unas respuestas determinadas, es decir, dirigir pensamiento y acción hacia una meta.

Entre los tipos de atención, podemos encontrar:


Detalle a tener en cuenta: Para Heilman et al, el papel dominante del hemisferio derecho sobre la atención es aún más sobresaliente, ya que aunque cada hemisferio regula su propia activación, el hemisferio derecho puede activar al hemisferio izquierdo en mejor medida que lo haría el izquierdo sobre el derecho.

Intervención del sistema nervioso en la atención
La base neurofisiológica de la atención es una amplia red neuronal entrelazada de estructuras subcorticales y corticales. De modo sintético, la atención estaría integrada por componentes perceptivos, motores y límbicos o motivacionales, por lo que la neuroanatomía y neurofisiología de la atención se asentaría en el sistema reticular activador, tálamo, sistema límbico, ganglios basales (estriado), córtex parietal posterior y córtex prefrontal. 
Tomada de: http://image.slidesharecdn.com/atencin-141013191525-conversion-gate02/95/atencin-32-638.jpg?cb=1413228002



Estructura
Función
Formación reticular
Es una red celular difusa localizada en el tronco cerebral o tallo encefálico, con axones que se dirigen hacia el tálamo, corteza, médula espinal y cerebelo. Está compuesta por el "sistema reticular activador ascendente" y el "sistema reticular descendente". El primero es esencial para el despertar, la vigilia, el estado de alerta, este estado nos permite recibir información y atender estímulos del medio en que nos encontramos y lograr el enfoque de la atención y la asociación de las percepciones; su afectación produce coma. El "sistema reticular descendente" puede inhibir o facilitar la actividad de las neuronas motoras que controlan la musculatura esquelética.
Corteza cerebral
Registra la sensibilidad consciente compuesta por material gris. Es una estructura compuesta por varias capas de células con sus correspondientes procesos. Esta es la capa exterior de los hemisferios cerebrales. La corteza planea toda actividad consciente
Sistema límbico
Se asocia a la regulación de las emociones, la memoria y el procesamiento de comunicaciones socio-emocionales complejas. El sistema límbico es un círculo de células nerviosas, el hipocampo (la memoria y campos de aprendizaje) y el hipotálamo. El sistema límbico está íntimamente unido al centro emocional humano, y se reconoce como el "cerebro olfativo".
Tálamo
Regula la atención selectiva, luego filtra la información para que después sea procesada por otras estructuras.
Giro cingulado
Incorpora el contenido emocional a la información recibida para que se dé la respuesta adecuada.
Ganglios basales y tálamo
Las llamadas neuronas de la novedad o células de la atención, son aquellas que se encuentran en el hipocampo y los ganglios basales. Los colículos superiores se encargan del movimiento ocular y de llevar los estímulos externos al campo visual.
Corteza prefrontal
Desempeñaría un papel fundamental en el control voluntario de la atención, como etapa final filogenética y ontogenética de corticalización de la atención, permitiendo que la atención involuntaria del infante se transformase progresivamente en atención controlada y voluntaria. El córtex prefrontal desempeña un importante papel en priorizar estímulos, referenciarlos a representaciones internas, dirigir apropiadamente la atención, monitorizar la secuencia temporal de acontecimientos, formular conceptos abstractos y llevar a cabo otras funciones ejecutivas. El córtex prefrontal dorsolateral quizá ejerza influencias excitatorias, mientras el córtex orbitofrontal-córtex cingulado podría ser un sistema eminentemente inhibitorio, ya que lesiones orbitofrontales producirían ‘distractibilidad’ asociada a hiperactividad e hiperreactividad.
Lóbulo frontal
Regula el foco de atención, en coordinación con el cíngulo y el parietal regula la atención dirigida. Respuestas a estímulos novedosos.
Lóbulo parietal
Procesamiento y uso de aspectos espaciales. Localización de estímulos específicos.  Percepción de las partes del cuerpo.  Orientación espacial y temporal.
Lóbulo temporal
Encargado de la sensación auditiva. Comprensión de sonidos verbales. Procesamiento de las emociones.
Para explicar mejor las estructuras del sistema nervioso involucradas en los tipos de atención, a continuación un mapa conceptual al respecto:

Tomada de: http://cursa.ihmc.us/rid=1KXRCPX5L-1WV1MLW-64Z/TIPOS%20DE%20ATENCION%20Y%20ESTRUCTURA%20ANATOMICA.cmap?rid=1KXRCPX5L-1WV1MLW-64Z&partName=htmljpeg
Intervención del sistema endocrino en la atención
Este sistema  al igual que el nervioso cumple función importante, pues este coordina varias hormonas,  en relación con la atención libera dopamina y noradrenalinaque  juegan un importante papel en la atención y la concentración, la serotonina que inhibe y disminuye nuestro estado de alerta.



Tomado de: https://www.youtube.com/channel/UC7fsDhNBC6CvqoS7MFN3W2A
Bibliografía

  • Tudela, P. (1992). Atención, en J.L. Fernández Trespalacios y P. Tudela (Eds.) Atención y Percepción. Madrid: Alhambra. Cap. 4, pp. 119-162.
  • Bench CJ, Frith CD, Grasby PM, et al. Investigations of the functional anatomy of attention using the Stroop test. Neuropsychologia 1993; 31: 907-22.
  • Añaños, E. (1999). Psicología de la atención y la Percepción. Barcelona: Servicio de Publicaciones de la Universidad Autónoma de Barcelona. Cap. 1, pp. 9-25.
  • Colmenero, J.M. (2004). Atención. Jaén: Del Lunar.


2 comentarios:

  1. La atención es un proceso que nos permite que nos focalicemos en una actividad específica o estemos alerta ante amenazas que puedan vulnerarnos. La atención es importante para la realización de conductas como el aprendizaje, el lenguaje, la competitividad, etc. por lo cual es transversal al éxito de lo que emprendemos o deseemos hacer.

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  2. En los procesos de atención participan muchas estructuras cerebrales, esto debido a la relación que este proceso posee con los sucesos emocionales (ejemplo cuando algo nos asusta y nos pone en estado de alerta), procesos perceptivos (algo que sobresalga o sea llamativo), aspectos motivacionales (deseo de aprender o aprobar una materia), lo cual hace que se presenten distintos tipos de atención dependiendo de cual sea el caso.
    Por: Anailyn Cardona

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